El Té helado es una bebida tradicional en Estados Unidos, principalmente en los estados sureños que fue donde comenzó a tomarse, casi por accidente.

Durante la Feria Mundial celebrada en San Luis Missouri, en el Verano de 1904, un comerciante de Té de la India ofrecía su producto a quien pasaba, mismo que era rechazado de inmediato por ser una bebida caliente. Desesperado el hombre, puso hielo a una jarra con Té caliente. Pronto se formaron grandes filas para probar la refrescante bebida.

Para elaborarlo existen 2 formas, con infusión en agua caliente o en agua fría:

En agua caliente

Es la forma tradicional de hacerlo y la única diferencia con un Té caliente es que se hace en menos agua.

Se añade la misma cantidad de Té o Tisana que usa para una taza de Té caliente (si el Té es de bolsita se utiliza 1 pieza), se agrega UNICAMENTE ½ taza de agua caliente (4 oz), se deja reposar el tiempo indicado para cada caso (consulta nuestras fichas técnicas para cada tipo de Té), y se vacía (colándolo) a un vaso lleno de hielos.

Si quieres endulzarlo es recomendable hacerlo cuando la infusión está caliente (antes de vaciarla al hielo) o bien puedes usar jarabe natural.

En agua templada

Sigue las instrucciones anteriores, pero esta vez pon el agua a temperatura ambiente.

Déjalo reposar un mínimo de 45 minutos (lo ideal es dejarlo de 3 a 6 horas), cuela y añade hielo.

Esta forma de hacerlo es ideal cuando necesitamos hacer una gran cantidad de Té (sobre todo si no queremos manipular ollas grandes con agua caliente) y cuando tenemos el tiempo para hacerlo.

Adorna tu Té con una rodaja delgada de limón o naranja, hojas de menta, o  incluso con fruta picada, ya sea natural o en almíbar.

Puedes añadir una bola de nieve de una fruta que combine o contraste con el sabor del Té, algunas recomendaciones son:

Olivia Medina

Tea Master, EURO TE